Pero ¿qué debes saber antes de probarlo?
Como todo nuestro cuerpo, la piel necesita desintoxicarse de vez en cuando. Es aquí donde, lejos de aplicar tónicos o cremas que faciliten este proceso, aparece el skin fasting con su llamado a dejar temporalmente cualquier tipo de producto, incluidos los del skincare.
Justamente en lo drástica de la medida radica su efectividad, pues como pocas técnicas logra resetear el estado de la piel, llevándola de vuelta a su homeostasis natural. No obstante, los especialistas insisten en que es necesario llevar a cabo el proceso de manera paulatina, teniendo cuidado de no excluir aquellos productos enfocados al cuidado dermatológico, como ocurre con algunos tratamientos e incluso con el protector solar.
Ante ello, el principal alcance es comenzar retirando lo que no sea indispensable, para que el rostro se adapte con precisión a esta nueva condición que lo priva de ciertos elementos. Esto hasta que esté preparado para volver a incorporarlos, con el mismo cuidado y precaución con que los fue dejando, siempre ordenados según su prioridad.
Si se toma con responsabilidad, luego de un par de semanas la dermis recupera capacidades que parecían perdidas, como la de auto humectarse y restaurarse por sí sola. ¿Una maravilla apta para todos? La respuesta es un tajante no, pues sólo es recomendable para pieles sanas, es decir, para quienes no poseen brotes de dermatitis o acné y que, por ende, pueden dejar de aplicar productos de manera temporal, sin supervisión.